"Relucientes barrotes de oro y marfil lanzan soberbios destellos de fría superioridad sobre ligaduras de seda y cachemira, apresando a un joven, aún un niño, que sueña con aquello que quedó dolorosamente relegado al pasado.
Atesoraba con toda su alma cada pequeño retazo de su aliento de vida que se desperdigaba por la mesa, como sus pensamientos se desvanecían por el aire."